miércoles, 7 de octubre de 2009

Preguntas sobre la amistad

Recurrentemente me hago preguntas sobre la amistad, tratando de definirla. Amigos de verdad tengo pocos, y creo que, en general, nos pasa a todos. ¿Qué es realmente un amigo? o mejor, ¿quién es realmente un amigo? Tal vez no se pueda establecer un patrón de lo que buscamos en los demás para que sean nuestros amigos. Conocidos tenemos muchos, con algunos llegamos a establecer algo cercano a la amistad, pero no llega a serlo. De los diferentes sitios por los que me ha llevado la vida siempre he encontrado alguien afín, con gustos similares, parecido sentido del humor, forma de pensar,… o simplemente conexión, algo que hace que te sientas a gusto con una persona y que a veces se te hace difícil definir. Pero, ¿afinidad y amistad son lo mismo? Me pregunto si a todas estas personas las podría incluir en mi idea de amigos. Realmente las mejores cribas son el tiempo y la distancia, seguir manteniendo el contacto y ver que lo que nos une no es coyuntural. Es el tiempo el que hace madurar las relaciones y que te des cuenta de si existe amistad o no. Pero a cuántos de los que han pasado la criba puedo considerar amigos. Sé que son más que compañeros de trayecto, que los puedo llamar y contarles cosas buenas y malas, pero ante esto ¿cuántos reaccionarán según mis expectativas? Yo me considero amiga suya, pero, y ellos, ¿también soy amiga para ellos? Repasando la lista de mis amigos, me doy cuenta de que hay en todas mis relaciones un momento de inflexión, totalmente subjetivo, en el que de ser compañeros o conocidos, de trayectorias vitales paralelas, nuestras vidas pasan a cruzarse. A veces es un hecho o a veces una conversación, objetivamente no son cosas que hicieran cambiar la relación porque creo que es algo mucho más evolutivo y en el que el tiempo juega un importante papel, pero subjetivamente para mí marcan un antes y un después. Normalmente son recuerdos, a veces vagos, a veces muy claros (sería incluso capaz de reproducir una conversación) que para mí marcan el cruce de caminos. Para que surja una amistad tiene que establecerse primero un contacto, y a partir de éste un conocimiento mutuo, un acercamiento que descubra los puntos en común y el feeling, el estar a gusto con esa persona, pensar en ella cuando pasa una determinada cosa y contársela, el echarla de menos y el querer estar con ella. Y sobre todo compartir, compartir y compartir. Y no me refiero a hacerlo todo juntos y contárselo todo, sino a dar y recibir. Como dice una Amiga es una calle de doble sentido y el amigo de verdad es la confianza. Alguien también me dijo que es como una planta. Esta definición también me vale. Creo en la teoría de que los amigos se pueden contar con los dedos de una mano, y también creo que las circunstancias hacen que te aproximes a una persona más de lo que en otra situación se daría, y que acabe en sólida amistad o tal vez en solo un recuerdo. De todos modos es bonito no saber hacia dónde te llevará la vida y que en el lugar más inesperado encuentres un amigo. Puede que la afinidad sea coyuntural y la amistad estructural. Y eso me lleva a otras preguntas, ¿se puede ser amigo de alguien sin tener afinidad con él? ¿se puede tener afinidad sin ser amigos? Yo respondería a ambas que sí.

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