miércoles, 29 de diciembre de 2010

Libro del buen amor

Libro del buen amor
Arcipreste de Hita, Juan Ruiz
Edición de Alberto Blecua
736 páginas


Confuso, ambiguo, siempre jugando al equívoco. Es una de las lecturas más complicadas que he hecho en mi vida y creo que necesitaría, por lo menos y para empezar a comprenderlo más ampliamente, una segunda. Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, aprendimos en nuestra época de estudiantes. Ahora resulta que tal vez era un seudónimo, ya que el libro toca temas que como diríamos ahora no eran políticamente correctos y el autor no podría mostrar abiertamente su identidad. Qué temas son: pues uno que se lleva gran parte del libro es el amor cortés, el intento por parte del protagonista de conseguir una señora, sobre todo desde el punto de vista del gozo y el placer (no hay que olvidar que el autor, se llamara como se llamase era miembro del clero, en eso parece estar toda la crítica de acuerdo). Otro tema es la crítica al dinero y aprovechando ésta, la crítica al comportamiento del clero. Y claro, una lee esto y por en medio se encuentra loores a la Virgen y queda un poco confundida. Si bien es cierto que no tiene por qué ser incompatible el ser pecador según las leyes de la Iglesia, con ser creyente. Todo ello utilizando constantes referencias a los clásicos y a personajes y temas bíblicos que muestran la vasta cultura y formación del autor. Un conjunto aderezado con dobles sentidos, fina ironía y burla. Es interesante, pero muy complejo y agotador.

domingo, 26 de diciembre de 2010

Cosas de libros (III): El problema del espacio

Libros (III) Qué hacer con los libros o el problema del espacio

A raíz de este artículo que me envió la Gran Lectora me he preguntado muchas veces que pasará cuando ya no me quepan más libros en casa. Para un lector con un componente de fetichismo hacia el objeto de lectura no es fácil desprenderse de los libros y pese a que, al menos en mi caso, es bastante improbable una segunda lectura de la mayoría de ellos, los libros, mis libros, forman parte de mí, de mi pasado, les tengo cariño. Solo con verlos sé si me los regalaron sin haberlos pedido, si los había sugerido, si los compré yo paseando entre estantes o buscándolos directamente. Y claro, el problema está en que los libros van entrando y ocupando estanterías, pero no salen o si lo hacen solo es temporalmente, los prestó y me los devuelven (casi todos) y los metros cuadrados no crecen. Posibles soluciones: servicio de préstamo de las bibliotecas o lectores electrónicos. El préstamo para libros de consulta, agotados o caros y a los lectores electrónicos aún me resisto. Por ahora tengo el problema llamando a la puerta.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Milagros de Nuestra Señora

Milagros de Nuestra Señora
Gonzalo de Berceo
264 páginas

Es una lectura curiosa, unos cuantos milagros están bien, pero todos ellos resultan repetitivos. Básicamente son episodios de pecadores que se redimen por su devoción a la Virgen. Llama la atención lo arquetípico de los personajes, tal vez desde el punto de vista del siglo XXI incluso los podríamos definir como naif, son pecadores de una pieza, malos pero con un único resquicio de bondad que siempre acaban arrepintiéndose. El objetivo de los Milagros era conseguir devociones y conversiones para así obtener más fieles y más beneficios para las iglesias y monasterios, todo ello porque el pecado estaba muy extendido. No creo que se lograse la finalidad perseguida, en general los personajes son tan caricaturescos que cuesta sentirse identificado con ellos, y pienso que la gente del siglo XIII no era tan inocente como para creérselo. ¿Realmente la Iglesia pensaba que este era un buen método?