Gonzalo de Berceo
264 páginas
Es una lectura curiosa, unos cuantos milagros están bien, pero todos ellos resultan repetitivos. Básicamente son episodios de pecadores que se redimen por su devoción a la Virgen. Llama la atención lo arquetípico de los personajes, tal vez desde el punto de vista del siglo XXI incluso los podríamos definir como naif, son pecadores de una pieza, malos pero con un único resquicio de bondad que siempre acaban arrepintiéndose. El objetivo de los Milagros era conseguir devociones y conversiones para así obtener más fieles y más beneficios para las iglesias y monasterios, todo ello porque el pecado estaba muy extendido. No creo que se lograse la finalidad perseguida, en general los personajes son tan caricaturescos que cuesta sentirse identificado con ellos, y pienso que la gente del siglo XIII no era tan inocente como para creérselo. ¿Realmente la Iglesia pensaba que este era un buen método?
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