jueves, 22 de julio de 2010


El viejo y el mar
Ernest Hemingway
160 páginas


Este es el típico título del que has oído hablar desde tú época escolar, no sé a santo de qué o cómo ejemplo de qué. Que si El viejo y el mar para arriba o que si El viejo y el mar para abajo. Y al final lo ves en una estantería y piensas, lo tengo que leer, porque debe ser la bomba. Y ¿qué piensas cuando has acabado de leerlo? Pues que para mí no ha sido la bomba. Ya sé que no es muy correcto decir que Hemingway es aburrido. Realmente no sé si es aburrido, porque lo único que he leído de él es esta historia y no voy a juzgar el todo por una parte, pero pese a la brevedad me costaba avanzar, esa lucha a muerte entre el hombre y el pez se hace eterna, tal vez es una metáfora de la lucha por la supervivencia. Las descripciones transmiten a la perfección, no lo niego, la calma y la paciencia que debe tener un pescador, pero acaban con mi paciencia. Me costará acercarme a Hemingway de nuevo.

2 comentarios:

Susana dijo...

No me da ninguna vergüenza decir que Hemingway me resulta aburrido. Me pasó lo mismo con El viejo y el mar, y lo intenté con Fiesta y con Por quién doblan las campanas, y nunca fuí más allá de las primeras páginas. No siempre los nombres más reconocidos nos tienen que gustar a todos.

Mireia dijo...

Només he llegit narrativa breu d'en Hemingway, i tampoc no em va apassionar gaire.