Me encantan las casualidades y las coincidencias. El mismo día que mantuve una conversación sobre las aspiraciones laborales de los jóvenes de hoy, fui a ver la película UP. Por una parte una madre de hijo veinteañero me decía que los jóvenes de ahora sólo quieren trabajar en algo que les guste y saltan de trabajo en trabajo buscando la realización laboral y, que eso, en su época, no es que no pasáse, sino que ni tan siquiera se lo planteaban. Y la película va un poco de eso, de la persecución de los sueños en general, los alcancemos o no. Me hizo pensar en lo qué queremos ser y hacer, lo qué nos gustaría y que luego la vida nos lleva a posponer sine die o a ir descartando. Seguro que todo el mundo tiene sueños, pero ¿todo el mundo los persigue? ¿o los olvida? ¿o los recuerda con nostalgia? Yo por mi parte tengo muchos sueños por cumplir y aún no he descartado ninguno. Si no consigo alcanzarlos por lo menos no dejaré de intentarlo. Os recomiendo la película, es pura poesía.
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