viernes, 28 de enero de 2011

Economía, economía

Economía, economía. Mercados. Economía, economía. Bolsa. Economía, economía. Reforma de las pensiones. Economía, economía. Reforma laboral. Economía, economía. Fusión de cajas. Economía, economía. Desempleo. Economía. Economía. Edad de jubilación. Economía, economía. Deuda pública. Economía, economía. Déficit. Economía, economía. PIB, EPA, IPC. Economía, economía…
Es agotador. Enciendes la radio, abres el periódico, conectas el televisor, y todo es economía. Pero todavía espero el momento de que alguien presente una idea nueva, una idea esperanzadora, que no se limite a intentar salvar los muebles del sistema capitalista. Alguien que quiera aprovechar la situación para innovar, parar zarandear la estructura y darle la vuelta a nivel global, no a pequeña escala (afortunadamente ya existen grupos y personas que están trabajando en ello).
Se nos dice que el sistema está agotado, que el planeta es finito, que no podemos crecer infinitamente, pero todos los pasos que se dan van dirigidos a crecer por crecer, a consumir por consumir, a mantener la burbuja, a mantener la mentira.
Como oí en un excelente documental, que trata básicamente sobre el consumo, y que os recomiendo a todos, el que crea que podemos crecer infinitamente o es tonto o es un economista.
Mientras tanto seguiremos hablando de economía y no haciendo nada para solucionar el problema que se nos viene encima.

miércoles, 26 de enero de 2011

Romancero


Romancero
Anónimo
368 páginas
Edición de Alejandro Segura González

Muy divertido. Composiciones dirigidas al pueblo por su contenido prohibido o contrario al orden establecido. Historias de todo tipo, en verso, muy ágiles: de amores, pasiones, desamores, adulterios, luchas, traiciones, de deshonras y venganzas, algo caricaturescas. Para muestra un botón:

ROMANCE DEL PRISIONERO

Que por mayo era, por mayo,
cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor;
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión;
que ni sé cuándo es de día
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba el albor.
Matómela un ballestero;
déle Dios mal galardón.

domingo, 16 de enero de 2011

El cuento de la criada


Esta entrada debería haberla publicado en septiembre de 2009, pero se me había "traspapelado".


El cuento de la criada
Margaret Atwood
480 páginas
Traducción de Elsa Mateo Blanco


El libro cayó en mis manos recomendado por la Gran Lectora, no había oído hablar de él, ni de la autora, ni sabía nada de su contenido incluso lo empecé sin leer la contraportada. O sea, que me enfrenté al libro sin ningún tipo de idea preconcebida ni prejuicio. Después averigüé que la autora tiene innumerables premios, incluso el Príncipe de Asturias de las Letras 2008 y que incluso Harold Bloom y Alberto Manguel la tienen entre sus novelas favoritas. De nuevo el azar, sin saberlo, y justo después de Fahrenheit 451 me llevó hacia una nueva distopia: un mundo en donde las mujeres han sido despojadas de sus bienes, donde está prohibida la lectura y la escritura y aquellas que están en edad fértil, están obligadas a procrear para otras y para la supervivencia de la especie. Lo confieso, no me enganchó, pero lo dicho, la ciencia ficción y los ambientes futuristas no son lo mío.

sábado, 15 de enero de 2011

El vicio de la lectura

El vicio de la lectura
Edith Wharton
46 páginas
Traducción de Abel Vidal

El título es atractivo, el contenido discutible. Edith Wharton distingue entre dos tipos de lectores: los lectores natos y los lectores mecánicos. El texto es una crítica contra éstos últimos a los que ella considera perjudiciales para la literatura de calidad. Los lectores mecánicos surgen debido a la masificación de la cultura y son aquellos que toman la lectura como obligación, que leen lo que se "debe" leer, aquéllos que se imponen un determinado tiempo de lectura diario y que leen para estar al día, para poder opinar sobre los libros de moda. Ello genera una corte de escritores mecánicos que únicamente tiene como objetivo satisfacer las necesidades de los lectores mecánicos sin atender a la calidad. Este tipo de lector se opone al lector nato, que lee por gusto y sin seguir modas.
¿Por qué considero discutible el contenido? Más que el contenido sería la crítica contra el lector mecánico. Soy de la opinión de que es mejor que existan lectores de bestsellers que que no existan lectores. Simplemente, por mala que sea la literatura, es mejor eso que nada.

miércoles, 5 de enero de 2011

Paul Newman. La biografía


Shawn Levy
Traducción de Fernando Garí Puig
592 páginas
Éste es una clase de libro que yo nunca me compraría. No acostumbro a leer biografías y menos aún de personajes más o menos contemporáneos, pero, como fue un regalo, pensé por qué no. El libro expone claramente que en la vida de Paul Newman hubo cuatro facetas: la actuación, la familia, la filantropía y los coches. El mundo de la actuación es el más conocido. Su obsesión por la preparación, para él eran fundamentales los ensayos, o la búsqueda de nuevos papeles que le permitiesen acceder a nuevas experiencias y la insatisfacción respecto a sus primeras interpretaciones. La familia, sobre todo su matrimonio, era el eje en torno al cual giraba todo; su amor por Joanne Woodward, hasta el final de sus días como si se tratara del principio de un noviazgo; la sensación que siempre tuvo de que había decepcionado a su padre; el duro golpe que supuso la muerte de su hijo Scott y que siempre mantuvo en la intimidad. Los coches eran su pasión, tanto, que en algunos momentos de su vida dejo la interpretación en un segundo plano, y se mantuvo activo en las carreras hasta que la enfermedad lo venció. Y la filantropía que alcanzó muchos campos: alimentación, niños, teatro, estudios. Es típico que a la muerte de alguien todo el mundo se deshaga en elogios, pero en el caso de Paul Newman el elogio que más se repitió fue que era una gran persona, y no que era un gran actor o profesional. Al parecer lo era. Recomendable para los fans incondicionales del actor y para todos los que quieran conocer más a la persona.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Libro del buen amor

Libro del buen amor
Arcipreste de Hita, Juan Ruiz
Edición de Alberto Blecua
736 páginas


Confuso, ambiguo, siempre jugando al equívoco. Es una de las lecturas más complicadas que he hecho en mi vida y creo que necesitaría, por lo menos y para empezar a comprenderlo más ampliamente, una segunda. Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, aprendimos en nuestra época de estudiantes. Ahora resulta que tal vez era un seudónimo, ya que el libro toca temas que como diríamos ahora no eran políticamente correctos y el autor no podría mostrar abiertamente su identidad. Qué temas son: pues uno que se lleva gran parte del libro es el amor cortés, el intento por parte del protagonista de conseguir una señora, sobre todo desde el punto de vista del gozo y el placer (no hay que olvidar que el autor, se llamara como se llamase era miembro del clero, en eso parece estar toda la crítica de acuerdo). Otro tema es la crítica al dinero y aprovechando ésta, la crítica al comportamiento del clero. Y claro, una lee esto y por en medio se encuentra loores a la Virgen y queda un poco confundida. Si bien es cierto que no tiene por qué ser incompatible el ser pecador según las leyes de la Iglesia, con ser creyente. Todo ello utilizando constantes referencias a los clásicos y a personajes y temas bíblicos que muestran la vasta cultura y formación del autor. Un conjunto aderezado con dobles sentidos, fina ironía y burla. Es interesante, pero muy complejo y agotador.

domingo, 26 de diciembre de 2010

Cosas de libros (III): El problema del espacio

Libros (III) Qué hacer con los libros o el problema del espacio

A raíz de este artículo que me envió la Gran Lectora me he preguntado muchas veces que pasará cuando ya no me quepan más libros en casa. Para un lector con un componente de fetichismo hacia el objeto de lectura no es fácil desprenderse de los libros y pese a que, al menos en mi caso, es bastante improbable una segunda lectura de la mayoría de ellos, los libros, mis libros, forman parte de mí, de mi pasado, les tengo cariño. Solo con verlos sé si me los regalaron sin haberlos pedido, si los había sugerido, si los compré yo paseando entre estantes o buscándolos directamente. Y claro, el problema está en que los libros van entrando y ocupando estanterías, pero no salen o si lo hacen solo es temporalmente, los prestó y me los devuelven (casi todos) y los metros cuadrados no crecen. Posibles soluciones: servicio de préstamo de las bibliotecas o lectores electrónicos. El préstamo para libros de consulta, agotados o caros y a los lectores electrónicos aún me resisto. Por ahora tengo el problema llamando a la puerta.