Historia de dos ciudades
Charles Dickens
Con la excusa del
bicentenario del nacimiento de Charles Dickens y una conversación oída en la
radio sobre Grandes esperanzas,
decidí acercarme a alguna obra de este autor porque no había leído nada de él.
Una amiga me recomendó Historia de dos
ciudades y lo empecé.
Se trata de una historia
ambientada a caballo entre Londres y París. Pero es París la que se lleva parte
la mayor parte del protagonismo. Una ciudad en los años previos a la Revolución
Francesa y los años del Terror. Un aristócrata francés renuncia sus privilegios
y marcha a Inglaterra a vivir de su trabajo y rehacer su vida. Pero su pasado
le persigue y deberá rendir cuentas de él ante las masas revolucionarias
enfervorecidas.
Contado así parece un
serial (de hecho se publicó en más de 31 entregas) y parte de eso tiene, pero Dickens tiene una virtud, al menos este
libro, que se lee muy fácilmente. La prosa es sencilla y las descripciones
permiten situarse sin esfuerzo en el París revolucionario. Los franceses con su
afán de justicia y venganza son retratados al principio como mártires de la
nobleza, pero una vez alcanzan el poder se vuelven sanguinarios e insensibles.
Los ingleses ecuánimes y justos. Los buenos muy buenos y los malos muy malos. Aunque
no todo es tan puro como los personajes dickensianos, pero es precisamente eso
lo que acerca a Dickens al lector, esa sencillez y el deseo del triunfo del
bien y la justicia.
Pese a que el lector sabe
lo que sucederá casi desde el principio, una vez se han posicionado los
personajes, no deja de mantenerse en vilo durante la celebración de los juicios
revolucionarios o durante las ejecuciones de los traidores a la república
guillotinados.
Si reflexionamos sobre
esa aparente sencillez de Dickens vemos que realmente lo sucedido no fue tan
sencillo y que tras esa polarización de los personajes (típicamente
victorianos), se esconde la injusticia que sufrieron muchos en ambos bandos. El
novelista inglés nos hace ir más allá y dejar de un lado las idealizaciones de
buenos y malos.
3 comentarios:
L’excusa del bicentenari és un bon pretext per llegir Dickens i estrenar-me, però encara no sé quin triar. Apunto aquest a la llista de candidats.
En general m'agraden els escriptors anglessos del segle XIX, però no aquest en especial. D'ell solament he llegit dues de les obres més conegudes (Oliver Twist i David Copperfield), i cap de les dues em va agradar massa.
Lo leí hace años, justo antes de un viaje a Paris. La recuerdo como una novela trepidante, teniendo en cuenta la época, con unas descripciones de Paris muy reconocibles después. Yo también quería hacerle un homenaje a Dickens en este año de aniversario, con Grandes Esperanzas, que está esperando a encontrar su momento.
Publicar un comentario